A pesar de que estaba previsto que las hipotecas empezaran a bajar en 2024, este descenso ha empezado mucho antes de lo previsto. El Banco Central Europeo (BCE) acordó el jueves pasado mantener congelado en el 4,5% los tipos de interés. A pesar de ser una medida comedida, dado que no parece que vaya a producirse una bajada del precio oficial de dinero durante los próximos meses, el efecto de esta acción se ha empezado a observar en el euríbor: en España, cayó el viernes hasta el 3,597%, dejando la media mensual en 3,616%.
En enero de 2023, el euríbor cerró en el 3,337%, por lo que aún estamos lejos de aquel valor, pero aquellos usuarios con hipotecas de tipo variable con revisión mensual ya están empezando a notar los efectos. En julio de 2023, el euríbor cerró en el 4,149%, por lo que un hipotecado con un préstamo de 180.000 euros referenciado al euríbor con un diferencial del 1%, 25 años de plazo de amortización y que se revise semestralmente, pasará de pagar 1.035 euros al mes a pagar ‘solo’ 1.012 euros, una bajada de casi 500 euros al año.
Por ahora, no se nota la bajada en aquellos con hipotecas de tipo variable y revisión anual: se ha incrementado la cuantía en 60 euros al mes, o lo que es igual, más de 700 euros al año. Esto se debe a que el aumento de enero a enero ha sido de 0,3 puntos; en el caso de revisión semestral, el euríbor ha caído más de 0,4 puntos.